• Un 70% de los encuestados ha participado en programas de formación que los permite estar actualizados con las últimas tendencias tecnológicas.
  • Más del 60% de encuestados identifican la adopción de nuevas tecnologías como un factor clave para facilitar la gestión operativa de las comunidades.

Barcelona, 9 de octubre de 2024 –. El Col·legi d’Administradors de Finques de Barcelona i Lleida junto con EADA Business School, y en colaboración con Banc Sabadell, han presentado esta mañana el Estudio de tendencias del sector de la Administración de Fincas a 5 años.

En un contexto de cambio y crecimiento constante, el sector de la Administración de Fincas se encuentra ante una serie de desafíos y oportunidades que marcan su trayectoria para los próximos cinco años. A partir de una exhaustiva investigación realizada por expertos del sector, se han identificado varios puntos críticos que los profesionales de la Administración de Fincas tendrán que atender de manera prioritaria para mantener su relevancia y competitividad.

El informe destaca la digitalización como una prioridad fundamental por los administradores de fincas. Más del 60% de encuestados identifican la adopción de nuevas tecnologías como un factor clave para optimizar los servicios y facilitar la gestión operativa de las comunidades de manera más efectiva. Los resultados indican que los administradores que utilizan herramientas digitales experimentan una mejora significativa en la experiencia de los clientes y una mayor eficiencia.

La formación continua también se presenta como un elemento esencial para garantizar la competitividad del sector. Un 70% de los encuestados ha participado en programas de formación que los permite estar actualizados con las últimas tendencias tecnológicas. El estudio recomienda fomentar el aprendizaje como un motor de crecimiento para potenciar habilidades de liderazgo y estrategias innovadoras para impulsar las competencias técnicas de los administradores.

Otro elemento destacado es la diversificación de servicios, que se está consolidando como una estrategia clave para el crecimiento sostenible del sector. Los administradores que han aumentado su cartera de servicios mediante soluciones de asesoramiento energético y gestión de seguros, reportan un incremento significativo en el valor percibido por los clientes y de una notable mejora en la fidelización.

Esta oferta ampliada está alineada con la tendencia creciente de los propietarios de buscar soluciones integrales que optimicen la gestión de sus comunidades. La incorporación de servicios adicionales permite a los administradores de fincas posicionarse como asesores de confianza, capaces de ofrecer una experiencia completa y personalizada.

El informe pone de relieve como la relación con el cliente está adoptando una mayor proximidad y personalización. Los Administradores de Fincas que apuestan por la comunicación proactiva y para entender en profundidad las necesidades de cada comunidad están consiguiendo fortalecer los lazos con los propietarios y generar un impacto positivo en la convivencia.

El Administrador de Fincas tiene que valorar su papel como socio estratégico, no solo en las comunidades que gestiona, sino también como agente colaborador con las administraciones públicas. Su función acontece esencial para la redacción e implementación de normativas que promuevan una gestión eficiente y sostenible de las comunidades de propietarios.

Además, para garantizar una profesionalización efectiva, es imprescindible implementar medidas de colegiación obligatoria para defender los valores de la Administración de Fincas y asegurar una regulación adecuada. Esto se tendría que complementar con la creación de estudios de grado y especialización que fomenten una mayor profesionalización del sector.

En conclusión, la profesión del Administrador de Fincas se posiciona como clave tanto desde la perspectiva económica como social. Facilita la convivencia, el mantenimiento y la conservación de los inmuebles, actuando como interlocutor entre propietarios y administraciones públicas. Es vital, por lo tanto, garantizar la profesionalidad y la capacitación de los administradores, protegiendo los derechos de los consumidores y contribuyendo en un parque de viviendas que sea seguro, sostenible y asequible.

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